Uno de los episodios menos conocidos de la Guerra Civil Española que estuvo a punto de adelantar el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno de la República Española había notificado a Italia y Alemania que el puerto de Palma de Mallorca estaba cerrado a visitas de buques extranjeros previendo que pudiera ser utilizado para descargar material de guerra. El 24 de mayo de 1937 el buque italiano "Barletta", amarrado en Palma de Mallorca, fue atacado por aviones republicanos, sufriendo 6 bajas. El día 26 el patrullero alemán Albatros también fue atacado, aunque sin éxito. Los alemanes protestaron por este ataque y amenazaron con represalias si se repetían ataques similares.
El gobierno de la República Española había notificado a Italia y Alemania que el puerto de Palma de Mallorca estaba cerrado a visitas de buques extranjeros previendo que pudiera ser utilizado para descargar material de guerra. El 24 de mayo de 1937 el buque italiano "Barletta", amarrado en Palma de Mallorca, fue atacado por aviones republicanos, sufriendo 6 bajas. El día 26 el patrullero alemán Albatros también fue atacado, aunque sin éxito. Los alemanes protestaron por este ataque y amenazaron con represalias si se repetían ataques similares.
El 29 de mayo de 1937, una escuadrilla de bombarderos de alta velocidad Tupolev SB-2 (Katiuskas) republicanos despegan desde la base de Los Alcázares para perseguir una flotilla del bando nacionalista que estaba operando en el Mediterráneo, entre los que se encontraba el crucero Canarias. A su regreso, las tripulaciones dicen que han bombardeado al Canarias. Al parecer vieron al buque fondeado cerca de Ibiza y disparándoles con su artillería antiaérea. El primer avión lanzó sus bombas, que cayeron al agua. El segundo dio una primera pasada y en una segunda lanzó sus bombas, una de las cuales impactó cerca de la chimenea y la otra cerca de la proa. Pero el buque que recibió los impactos no era el crucero Canarias, sino el acorazado alemán Deutschland. Según el historiador Hugh Thomas hubo 31 muertos y 74 heridos .
Hitler se planteó declarar la guerra a la II República Española, pero finalmente se acordó una acción de represalia contra una ciudad española con pocas defensas militares y que no fuese ni Valencia ni Barcelona, para evitar demasiadas repercusiones internacionales, por lo que se decidió bombardear Almería. El bombardeo lo lleva a cabo una flotilla alemana liderada por el Admiral Scheer y formada por los destructores Albatros, Leopard, Seeadler y Lluchs. Comenzó a las 7:29 del día 31 de mayo de 1937, abriendo fuego contra las baterías de costa, el puerto, las instalaciones portuarias y cualquier barco que se encontrase en el puerto. El bombardeo de Almería por la flota alemana se saldó con 19 muertos, 55 heridos y 35 edificios destruidos.
El bombardeo de Almería, que se había producido abiertamente (exhibiendo el pabellón alemán), llegó a ser considerado como motivo para que la República declarara la guerra a Alemania (posición defendida por el coronel Rojo e Indalecio Prieto, en búsqueda de la generalización del conflicto a toda Europa), pero finalmente se impuso la postura contraria de Negrín y Azaña. El presidente de la República llegó a manifestar:
"Hay que evitar que el Deutschland se convierta en nuestro Maine".
Hitler se planteó declarar la guerra a la II República Española, pero finalmente se acordó una acción de represalia contra una ciudad española con pocas defensas militares y que no fuese ni Valencia ni Barcelona, para evitar demasiadas repercusiones internacionales, por lo que se decidió bombardear Almería. El bombardeo lo lleva a cabo una flotilla alemana liderada por el Admiral Scheer y formada por los destructores Albatros, Leopard, Seeadler y Lluchs. Comenzó a las 7:29 del día 31 de mayo de 1937, abriendo fuego contra las baterías de costa, el puerto, las instalaciones portuarias y cualquier barco que se encontrase en el puerto. El bombardeo de Almería por la flota alemana se saldó con 19 muertos, 55 heridos y 35 edificios destruidos.
El bombardeo de Almería, que se había producido abiertamente (exhibiendo el pabellón alemán), llegó a ser considerado como motivo para que la República declarara la guerra a Alemania (posición defendida por el coronel Rojo e Indalecio Prieto, en búsqueda de la generalización del conflicto a toda Europa), pero finalmente se impuso la postura contraria de Negrín y Azaña. El presidente de la República llegó a manifestar:
"Hay que evitar que el Deutschland se convierta en nuestro Maine".
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