No es lo mismo ver a un hombre que agita elegantemente los hielos de su vaso de whisky escocés, que a uno que mediante una ridícula pajta le da sorbos ruidosos un daiquiri.
Así como la ropa no es sólo un abrigo, tampoco un trago es sólo sabor. Un cocktail comunica; le dice a los demás cómo sos. Y si estás en un bar y querés demostrar tu hombría, hay algunos tragos que no debés pedir. Si evitás ponerte un jean apretado, o zapatillas color rosa, también evitá que te vean bebiendo los siguientes cocktails.
1. Cosmopolitan: No sólo es un trago de chicas, sino que es, además, un trago de chicas demodé. Su femeneidad está expresada en el color violáceo que le aporta el dulce jugo de arándanos pero también en el hecho de que es el trago que solían beber las chicas de Sex & the City. Mientras la serie televisiva duró, se consumió de a litros en los bares de todo el mundo. Ahora, el viejo Cosmo espera un remake que le devuelva el glamour perdido.
Lo que el verdadero macho debería beber en su lugar es un Dry Martini bien seco y preparado con gin (en lo posible marca Beefeater o Tanqueray, más potentes que el aromático Bombay). Nada de vodkatinis, ni cosas por el estilo.
2. Frozen Daiquiri de frutilla: Nada menos viril que ese copón colmado de un granizado rosaceo, con los bordes coronados de azúcar y decorado con una frutillita abierta al medio. El daiquiri oculta todo signo de hombría: es frozen, es dulce, es rosa y se bebe con pajita. Todo mal. Si una chica te ve con un trago de estos, inmediatamente induce que la tenés chiquita.
Lo que pide el verdadero potro semental argentino es un Daiquiri de limón según su receta original, es decir, batido en coctelera y servido en copa cocktail. Mucho más sobrio que su afeminada versión frozen.
3. Frozen Margarita: Se aplica el mismo criterio que en el caso anterior con un agravante: se suele pedir en restaurantes mexicanos donde el trago (¿se lo puede llamar así?) pasa horas, sino días girando en pequeños tambores plásticos, por lo que queda diluido y al momento de servirse no es más que hielo triturado con menos sabor y menos alcohol que las aguas frescas que vendía el Chavo del 8 en su vecindad.
En esta situación, para acompañar sus tacos ultra picantes, lo que toma el verdadero varón forzudo es un Margarita on the rocks, con los bordes del vaso coronados con sal. Como debe ser.
4. Sex on the Beach: Tal vez de adolescente este trago te parecía rico por ser dulce y por contener la palabra Sex, algo lo que sólo podías acceder a leyendo la revista Penthouse. Creciste, man: esa mezcla de licor de durazno, jugo de naranja, granadina y vodka te posiciona como un pendeviejo sin ambiciones.
En su lugar, el auténtico Charles Atlas de las pampas, ordena un clásico pisco sour. Está de moda y hoy por hoy no es el cocktail más original, pero al menos no se te va a notar el acné.
5. Piel de Iguana: ¡Ah bueno! Pediste un Piel de Iguana. Ya está, flaco: andate a tu casa a ver soft porn. ¿Cómo se te ocurre andar por el boliche con ese trago verdoso que le dice a todo el mundo “soy frágil”? Recordá que este brevaje no sólo tiene un nombre ridículo, sino que encima lleva licor de kiwi, piña colada, gaseosa lima limón y tequila.
Para el caso, el verdadero mulo latinoamericano de pelo en pecho que quiere tomar tequila, pedí eso: tequila, con limón, sal y al buche.
Así como la ropa no es sólo un abrigo, tampoco un trago es sólo sabor. Un cocktail comunica; le dice a los demás cómo sos. Y si estás en un bar y querés demostrar tu hombría, hay algunos tragos que no debés pedir. Si evitás ponerte un jean apretado, o zapatillas color rosa, también evitá que te vean bebiendo los siguientes cocktails.
1. Cosmopolitan: No sólo es un trago de chicas, sino que es, además, un trago de chicas demodé. Su femeneidad está expresada en el color violáceo que le aporta el dulce jugo de arándanos pero también en el hecho de que es el trago que solían beber las chicas de Sex & the City. Mientras la serie televisiva duró, se consumió de a litros en los bares de todo el mundo. Ahora, el viejo Cosmo espera un remake que le devuelva el glamour perdido.
Lo que el verdadero macho debería beber en su lugar es un Dry Martini bien seco y preparado con gin (en lo posible marca Beefeater o Tanqueray, más potentes que el aromático Bombay). Nada de vodkatinis, ni cosas por el estilo.
2. Frozen Daiquiri de frutilla: Nada menos viril que ese copón colmado de un granizado rosaceo, con los bordes coronados de azúcar y decorado con una frutillita abierta al medio. El daiquiri oculta todo signo de hombría: es frozen, es dulce, es rosa y se bebe con pajita. Todo mal. Si una chica te ve con un trago de estos, inmediatamente induce que la tenés chiquita.
Lo que pide el verdadero potro semental argentino es un Daiquiri de limón según su receta original, es decir, batido en coctelera y servido en copa cocktail. Mucho más sobrio que su afeminada versión frozen.
3. Frozen Margarita: Se aplica el mismo criterio que en el caso anterior con un agravante: se suele pedir en restaurantes mexicanos donde el trago (¿se lo puede llamar así?) pasa horas, sino días girando en pequeños tambores plásticos, por lo que queda diluido y al momento de servirse no es más que hielo triturado con menos sabor y menos alcohol que las aguas frescas que vendía el Chavo del 8 en su vecindad.
En esta situación, para acompañar sus tacos ultra picantes, lo que toma el verdadero varón forzudo es un Margarita on the rocks, con los bordes del vaso coronados con sal. Como debe ser.
4. Sex on the Beach: Tal vez de adolescente este trago te parecía rico por ser dulce y por contener la palabra Sex, algo lo que sólo podías acceder a leyendo la revista Penthouse. Creciste, man: esa mezcla de licor de durazno, jugo de naranja, granadina y vodka te posiciona como un pendeviejo sin ambiciones.
En su lugar, el auténtico Charles Atlas de las pampas, ordena un clásico pisco sour. Está de moda y hoy por hoy no es el cocktail más original, pero al menos no se te va a notar el acné.
5. Piel de Iguana: ¡Ah bueno! Pediste un Piel de Iguana. Ya está, flaco: andate a tu casa a ver soft porn. ¿Cómo se te ocurre andar por el boliche con ese trago verdoso que le dice a todo el mundo “soy frágil”? Recordá que este brevaje no sólo tiene un nombre ridículo, sino que encima lleva licor de kiwi, piña colada, gaseosa lima limón y tequila.
Para el caso, el verdadero mulo latinoamericano de pelo en pecho que quiere tomar tequila, pedí eso: tequila, con limón, sal y al buche.
11 comentarios:
BEBE AGUA MACHOMAN
Donde este un buen tercio...
Los machos de verdad bebemos agua del grifo ;D
lo siento pero macho que se respeta toma lo que le da la gana porque si alguien le molesto porlo que desidio tomar puede demostrar su virilidad mas alla que su trago sea rosado, o acaso tomar aguardiente o tequila te hace macho no solo te pone mas borracho, y si una mujer se deja llevar por una ridicules como esa no merece nisiquiera ser tomada en cuenta
jajaja, que pelotudo el que escribió ese artículo. Seguramente es un tipo acomplejado e inseguro de su masculinidad. Un verdadero macho toma lo que le dé la gana, sea del color que sea, y se caga en la opinión de los demás...
no suelo comentarte aunque te tengo entre mis feeds, lo que hace que lea la mayoría de tus entradas, normalmente bastante interesantes.
Sin embargo, este a la vez que machista e irrelevante me parece una chorrada.
La bebida no hace al hombre ni el hombre a la bebida... y además de todo eso, no nombraste el martini con vozka ^^
awebos!!!un buen bebedor sabre siempre que pedir y claro se hara notar...
ahuevo chingadamadre maricones los de arriba aii sii que machista, putitos!, tu si sabes que onda bien por el articulo!
La verdad que no entiendo como una bebida puede discriminar a hombres de mujeres. Conozco a unas cuantas chicas que podrían tumbarte bebiendo tequila a morro, así como te digo que a mí me encanta una Shandy, que no es más que un poquito de cerveza con mucho limón. Este texto patético y sexista no dice mucho de la (de por sí escasa) materia gris que albergas en tu desaprovechado craneo
Me parece una forma muy original de informar sobre diferentes cocktails (para los no aficionados a la coctelería)consiguiendo llamando la atención del lector escribiendo de forma controvertida.
Muy buena entrada! Enhorabuena!
Ah! Perdón a todos por no correguir al publicar la expresión "consiguiendo llamando", sería "consiguiendo llamar".
Un saludo!
PD: añado que si la intención del autor de la publicación es llamar la atención del lector (esto se usa mucho en marketing y comunicación), le aplaudo porque como veis lo consigue.
Si lo ha hecho dando su opinión personal sobre el sexismo, apaga y vámonos, sería lamentable.
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