miércoles, 9 de mayo de 2012

Necropolis de St George´s, el enigmatico cementerio ingles de Málaga

El pasado domingo 6 de mayo de 2012, realizamos una interesante visita al, quizás poco conocido por muchos malagueños y público en general, Cementerio ingles de Málaga, también conocido como Necrópolis de San Jorge por la iglesia protestante que encontramos dentro del mismo. Estamos hablando de una autentica maravilla histórica, desgraciadamente con un relativamente bajo nivel de conservación, al menos en lo que a lápidas se refiere,  y que como he dicho, tiene un gran interés a nivel histórico, pero también para todos aquellos interesados en las historias paranormales.

La visita fue comandada por el Gran Víctor Garrido Leiro, al que podríamos definir como trotamundos empedernido, bloguero, emprendedor, políglota, mineralista, curioso, y sobre todo, un amante (esto en el sentido poético de la palabra, por supuesto, que sois muy mal pensados) y entusiasta de la historia y la cultura de su gran ciudad, que no podía ser otra que Málaga (Recomiendo su blog, Diario de un Neoyorkino, de visita obligada).

Durante la mencionada visita, se ha realizado gran cantidad de imágenes, de las cuales se muestra una somera selección, para que todos aquellos que no conozcan esta maravilla de la ciudad de Málaga, puedan tener un acercamiento al mismo, y así se animen a visitarlo y, sobre todo, darlo a conocer.

Antes de mostrar la galería de fotografías, me gustaría hacer una breve reseña histórica del Cementerio ingles de Málaga, y por supuesto, de las historias sobrenaturales que se cuentan sobre el mismo.

Nos situamos a principios del siglo XIX. No corren buenos tiempos para los extranjeros no católicos, la mayoría protestantes, residentes en muchas localidades españolas. En el caso de Málaga, en ninguno de los escasos cementerios de la ciudad se les permitía recibir sepultura como consecuencia de la diferencia de credo religioso. Esto ocasionaba que muchos cadáveres, fuesen enterrados al amanecer en muchos lugares solitarios y disimulados, principalmente playas, ya que en aquella época no existía la cultura playera actual, lo que provocaba que en muchos casos el cadáver fuese arrastrado por la marea, cuando no devorado por jauría de perros callejeros.

Esta situación provoca en el cónsul ingles de la época, Willian Mark, una gran preocupación sobre el destino de los cuerpos de los súbditos británicos que fallecían en Málaga, de manera que empieza a gestarse el proyecto para crear un cementerio en Málaga exclusivamente para personas de religión protestante.

La Real Orden de 11 de abril de 1838, firmada por Fernando VII, hizo realidad este proyecto, gracias a la cesión de de un terreno para tal fin en el este de la ciudad, concretamente en el Paseo de Reding.

En la actualidad, la belleza del cementerio, aunque como ya he dicho en un estado de conservación no demasiado bueno, reside no solo en sus panteones, tumbas y mausoleos, si no también en la naturaleza que lo envuelve, que lo convierten casi en un bosque tétrico pero hermoso.

En este cementerio se encuentran las tumbas numerosos personajes populares, destacando la de Robert Boyd, famoso por ser uno de los primeros en descansar en este camposanto y que fue fusilado en 1831 por ser colaborar junto al General Torrijos (al cual se le dedica una plaza cerca de allí) en la insurrección contra el absolutismo de Fernando VII. También encontraremos el mausoleo de la familia del cónsul Willian Mark, el monumento funerario de los marinos alemanes fallecidos en la fragata Gneiseau, que naufragó en las costas malagueñas allá por el año 1900, y algunos representantes de la cultura como el poeta Jorge Guillén (que por motivos personales solicitó ser enterrado en este cementerio) y el escritor e hispanista Gerald Brenan.

Cuentan las viejas leyendas inglesas, que la última persona enterrada en un cementerio, se convierte en el guardián del mismo. En el caso de la Necrópolis de San Jorge, se sigue manteniendo esta vieja leyenda, y curiosamente, el último enterrado en este cementerio fue su guarda en vida, Antonio Alcaide. Son muchos los que afirman haber visto la figura errante del guardián vagando por los caminos del camposanto.

Este lado paranormal del cementerio a provocado que en los últimos años se realicen visitas turísticas al cementerio en mitad de la noche, destinadas a todos aquellos interesados en el mundo del misterio, y a las cuales se les ha denominado el Ghost Tour. Son muchos los participantes de este Tour que afirman haber sido tocados en la oscuridad por manos invisibles, oír ruidos extraños y haber observado, candil en mano, la figura del guardián del cementerio.

En cuando a Antonio Alcaide, realizó un trabajo que primero fue de su abuelo y después de su padre. El propio Antonio contó alguna vez una historia, cuanto menos, curiosa. Encontrándose un día podando algunas plantas, vio que entró en el cementerio un señor de aspecto algo extravagante y que empezó a deambular de un lado a otro, con la mirada perdida y un gesto extraño en su rostro. Este hombre se aproximó a uno de los mausoleos que cuenta con  la figura de un ángel a tamaño natural y se quedo largo rato mirándolo. Antonio aprovecho para acercarse y entablar conversación con este extraño personaje, el cual le contó una historia sobre aquella estatua de los mas extraña. Según este hombre, el ángel custodio que se encontraba sobre la tumba no solo era de mármol, sino que la figura era hueca por dentro y que en su interior se encontraba el cadáver embalsamado de una joven, y que el mismo había visto el cuerpo. Esto ha provocado que desde hace mucho tiempo se diga que esta este ángel está vivo por dentro.

Aquí tenéis las fotos: 


































































































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