En agosto de 2007, los bañistas de la costa norte de Sydney (Australia) fueron sorprendidos por una insólita oleada de espuma que cubrió por completo las playas e incluso llegó a empapar las paredes de varias construcciones. El sorprendente espectáculo, reflejado en las imágenes que acompañan a esta nota, fue bautizado por la prensa como la “Costa Cappuccino”, en referencia a la abundante espuma de esa sabrosa variedad de café.
El extraño evento se produjo en Yamba, Nueva Gales del Sur. A lo largo de 48 kilómetros de costa, muchos surfistas que esperaban la llegada de una ola recibieron inesperadamente un colosal baño de espuma. Hacía más de treinta años que no se registraba un fenómeno similar en las playas australianas.
Según los expertos consultados por el diario Daily Mail, la espuma se forma con las impurezas del océano; por ejemplo sales, restos de plantas, productos químicos, excrementos y cadáveres de peces, que son triturados por las fuertes corrientes marinas hasta reducirlos a pequeñas partículas que causan la producción de burbujas. Estas burbujas se adhieren entre sí y luego son arrastradas a la superficie. La acción constante de las corrientes marinas aumenta considerablemente la concentración de estas partículas, hasta formar una densa capa de espuma que en esta oportunidad fue lanzada por las olas sobre la costa australiana.
De hecho, la alusión a un Cappuccino no es casual. Se trata exactamente del mismo efecto que se produce al batir la leche, que también produce una capa de espuma que se vuelve más ligera cuanto más potente resulta el batido. Unos días antes del curioso evento de Yamba, una serie de fuertes tormentas en las costas de Queensland y Nueva Gales del Sur agitaron las aguas de forma excepcional, causando la formación de una enorme cantidad de burbujas que a su vez conformaron la capa de espuma que bañó las costas de manera asombrosa.
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