Cuenta la leyenda que cuando Ronald Reagan se postulaba para la reelección, se emitió por tv un documental sobre su primera presidencia. La película lo defenestraba. Mientras un locutor en off criticaba sus políticas, a la vez, se lo veía jugando al béisbol, disfrazado, bailando y en todo tipo de actividades frívolas.
Al día siguiente la directora de documental recibió una llamada telefónica. Era Reagan:
- Llamaba para agradecerle por el documental…
Del otro lado del teléfono solo había estupefacción:
- Pero, pero… sí el documental era crítico de su gestión…
- Sí, pero en las imágenes me mostraron como una persona sensible, divertida y cercana a la gente. Los televidentes no prestan atención a las palabras, son las imágenes las que perduran en su memoria.
Meses más tarde, Reagan era reelegido presidente de los Estados Unidos.
Al día siguiente la directora de documental recibió una llamada telefónica. Era Reagan:
- Llamaba para agradecerle por el documental…
Del otro lado del teléfono solo había estupefacción:
- Pero, pero… sí el documental era crítico de su gestión…
- Sí, pero en las imágenes me mostraron como una persona sensible, divertida y cercana a la gente. Los televidentes no prestan atención a las palabras, son las imágenes las que perduran en su memoria.
Meses más tarde, Reagan era reelegido presidente de los Estados Unidos.
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