viernes, 17 de septiembre de 2010

Un inodoro 'inteligente' que hace un chequeo médico


Parecía que los japoneses habían inventado ya todo en lo que se refiere a retretes, capaces de autolimpiarse, limpiar al usuario, proporcionar masajes... Ahora, una vuelta de tuerca en aplicaciones para el inodoro busca seducir a una generación que mira por su salud: se trata de convertirlo en un centro de minichequeos médicos.

Dentro de la categoría de los "inodoros inteligentes", los más recientes modelos de alta tecnología funcionan como un minilaboratorio médico. Es decir, uno pretende aliviar una necesidad natural y termina minutos más tarde con un análisis de orina, el peso y la temperatura registrados, así como la tensión.

Toto, el fabricante de salintarios número uno en Japón, ha inventado este nuevo retrete avanzado tras un encargo de la constructora Daiwa House.

Los ingenieros han desarrollado un tubo que sale de la taza y recoge una muestra de orina para detectar azúcar y medir su temperatura. Una báscula camuflada frente a la taza registra el peso del usuario, y un brazalete controla la presión arterial. Los resultados se muestran en una pantalla en la pared.

"El modelo actual transmite automáticamente los datos al PC y depende de cada uno reenviar esa información al médico de cabecera", comenta Akiho Suzuki, arquitecta de Daiwa House. "La próxima generación de inodoros, que ofrecerán mejores análisis y más completos, transmitirán los datos a través de Internet directamente al médico o los miembros de su familia."

El precio de este inodoro avanzado, capaz de almacenar el análisis de cinco personas, oscila entre los 350.000 y los 500.000 yenes (3.200 y 4.500 euros). "De momento, está sobre todo orientados a una clientela de edad media y avanzada. Sin embargo, esperamos que más gente joven se vuelva más interesada en su salud", añadió Suzuki.

'Baños inteligentes'

Los 'cuartos de baños inteligentes' están muy extendidos en Japón, y en más del 70% de los hogares japoneses existe alguna funcionalidad 'avanzada' en el propio retrete: bidet incorporado, ducha anal, secado, masaje, asiento con calefacción, música, etc...

En los modelos más recientes, la tapa se levanta automáticamente al entrar en el cuarto. En otros, los hombres pueden presionar un botón para levantar el indodoro, para luego volver a su sitio y con la tapa bajada una vez finalizado su uso.

Atsuko Kuno, arquitecto en Toto, asegura que todas estas funciones tienen "valor real". "La apertura automática de la tapa ha sido diseñada principalmente para para evitar la flexión a las personas mayores y ayudar a los niños demasiado pequeños", recuerda.

Algo parecido sucede con el asiento caliente, hecho de un material que evita la pérdida de energía. "Después de una semana, refleja las costumbres de los usuarios y aumenta la temperatura en los momentos del día en que el baño es más utilizado".

Limpieza

Inax, el principal competidor de Toto, ha construido su reputación en la limpieza, tal y como destaca el ingeniero Ichiro Kojima. "Hace una década los clientes se quejaban de que era difícil limpiar los alrededores de la cisterna. Inax tomó nota y se convirtió en el primer fabricante de retretes sin cisterna".

Hoy en día, los últimos modelos incluso son capaces de elevar todo el asiento por sí mismos unos centímetros, con el fin de pasar la esponja.

Asimismo, todoslos fabricantes también están haciendo grandes esfuerzos para ahorrar agua, de manera que el gasto medio de hoy en día es de entre 4,8 y 6 litros de agua por cada retrete frente a los 13 que costaba antes tirar de la cadena.

Por último, los aseos japoneses no estarían completos sin el toque que proporciona 'Otohime' (literalmente: 'Sonido de princesa'), reservado para las mujeres, que reproduce el sonido de la cisterna con el fin de cubrir otros ruidos corporales 'molestos'. Existe incluso un modelo portátil para quienes no puedan vivir sin él fuera de casa.

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